Sandra: Conductora de Formación de Subte BA

- ¿Como llegaste a ser conductora de subte?

Fue un largo camino, empecé en boletería, después fuí guarda (abría y cerraba las puertas de la formación) porque quería conocer otras cosas. Cambié la perspectiva, se dió la posibilidad de un ascenso y acepte el desafío! Una gran responsabilidad.

- Es un trabajo realizado en su mayoría por hombres ¿Cuál fue la reacción de tus compañeros el primer día?

Hace ya dos años que soy conductora y es un trabajo destinado hacia el hombre, pero las mujeres (que somos bastantes!) demostramos que podemos ejercer perfectamente el puesto, pero aún no es fácil. Hubo chicas que nos abrieron camino pero sentimos que tenemos que rendir al máximo, cumplir con el horario perfectamente. Una exigencia mayor, presiones que nos ponemos nosotras!

Para no dar lugar a que el hombre diga algo... nos sobrexigimos. Es algo que nos pasa a todas.

- Actualmente ¿Como es la relación con tus pares hombres?

Demostramos que trabajamos igual o mejor! (Risas) Entendieron que existe un plano de igualdad. Se están abriendo y dejando las dudas de lado. No es fácil convivir y hacerse respetar. Tener una opinión, que sea valedera y sostenerla.

- Imaginamos que para los pasajeros es una sorpresa ver que la formación en la cual viajan está al frente de una mujer ¿alguna anécdota para compartir?

Sí! Muchas. A los hombres todavía les es raro, miran cuando me ven llegar al andén sorprendidos. A veces hay fallas y el tren tira, una vez por ejemplo un chico vino y cuando me miró dijo “Uyyyy Mujer tenías que ser!”(Risas)

Pero hay lindas historias como un piloto de avión que se acercó a felicitarme y alentarme. La gente tiene buena onda.

-¿Sentís que tu trabajo puede influenciar a otras mujeres?

Claro! Seguro, muchas mujeres se acercan. Se sienten contentas, me preguntan si es difícil. Se animan con verme. Las pasajeras son divinas! Me siento un referente.

- Para cerrar Sandra, a las mujeres lectoras de esta nota ¿que te gustaría decirles?

Que no se amedrenten frente a circunstancias y obstáculos. No hay que tener miedo de ejercer ningún puesto. Podemos hacer lo que sea, nada nos limita. Tal vez nos diferencia la fuerza física pero podemos, si ponemos entusiasmo, superarnos día a día.