Desde mi experiencia personal trabajar en una empresa es como estar todos los días en familia. No importa que rol nos toca jugar esta vez, es cuestión de estar juntos y caminar en equipo, sinó nos quedamos atrás esperando para seguir el trayecto.
Muchas veces los climas laborales no son lo que esperamos o quisiéramos ¿Pero qué hacemos nosotras para salir de la queja? ¿Cuánto colaboramos para que esa situación cambie?
Capaz nos molesta alguna cara avinagrada por la mañana, es entonces cuando aportando un poco de alegría, acercándonos a esa persona (no siempre funciona claro!) podemos romper esa frontera y tener un nuevo "aliado" en el trabajo. A lo mejor también esta pasando una situación difícil como la nuestra y de esa molestia nace un encuentro. Todo depende siempre de cómo lo miremos, de la actitud y la energía que transmitamos.
Algo que es fundamental y toda empresa debería hacer por la salud emocional de los equipos y familias de trabajo es el servicio a la sociedad. En esos espacios todos somos iguales, juntos por una causa más grande que cuidar. Cuando estamos envueltos en el amor, todo cambia. Surgen las risas, los juegos, la empatía ¿Por qué? Dejamos de mirarnos el ombligo y empezamos a ampliar nuestra zona de pertenencia. Descubrimos algo que es innato al ser humano "todos somos uno", una pequeña partícula entre millones de otras y juntas formamos parte de un universo.
Tu trabajo es como un mini universo, si no lo cuidas, ni lo nutrís, pasa como con el planeta Tierra, empieza a prender alarmas de auxilio.
Siempre es lindo tener la mano abierta para dar, soltar, estar ahí frente a un compañero de ruta y también por qué no? a un desconocido, camino al trabajo. A fin de mes no solo vas a tener plata en la cuenta bancaria sino que vas a tener el corazón lleno de lindos recuerdos, acciones y cariño de todas esas personas que te acompañan día a día y que vemos más que a nuestra propia familia. Como dice Fito Dar es dar.
With love Gaby
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