Te contamos cómo reconocerlo y prevenirlo
El famoso “Burnout” es un padecimiento que se origina como respuesta a las grandes presiones, los esfuerzos emocionales intensos y las relaciones interpersonales conflictivas en el ámbito del trabajo.
¿Cuáles son los síntomas que puede ocasionar?
Fatiga crónica, irritabilidad y disminución en el rendimiento profesional. Sus repercusiones también suelen afectar la vida familiar y afectiva.
El primer indicio es el agotamiento emocional –entendido como la falta de energía para encarar el trato con los demás. En muchos casos emerge la hostilidad, pero tan solo se trata de un mecanismo defensivo. Además, las autoevaluaciones negativas toman la forma de frustraciones. En cualquiera de estos casos, pedir ayuda es tan aconsejable como tomar conciencia de lo que sentís y ser consecuente con tu deseo de cambiar el dial. Resulta sencillo decirlo, pero ponerlo en práctica requiere de un pasito nada complicado: despejar tu mente. Si en los últimos tiempos has desarrollado una increíble fuerza de voluntad para responder a las demandas de tu jefe, colegas y clientes, es importante que evites caer en la exigencia extrema. ¿La clave? No permitir que las tensiones tomen el control de tu vida.
De hecho, el “Síndrome de quemarse por el trabajo” provoca cansancio, hostilidad, estrés y sensación de que las demandas del mundo exterior se vuelven más intensas.
¿Cuáles son las mejores formas de dar con una solución?
Desenchufarse: Tomate unos minutos para dar un paseo y ¡apagá tu teléfono!
Practicar actividad física en forma regular: datos de la OMS indican que estar en movimiento durante 30 minutos diarios es suficiente para mejorar tu calidad de vida. No es preciso que vayas al gym, pero sí que camines.
Caer en los brazos de Morfeo: tu descanso nocturno debe ser sagrado. Alimentar tu parte psíquica es un viaje maravilloso. Además, dormir siempre te rejuvenece.
Naturaleza: hacete una escapada de fin de semana o visitá un parque, respirá aire puro para oxigenar tu cuerpo y mente, pero sobre todo ENJOY THE SILENCE.
El famoso “Burnout” es un padecimiento que se origina como respuesta a las grandes presiones, los esfuerzos emocionales intensos y las relaciones interpersonales conflictivas en el ámbito del trabajo.
¿Cuáles son los síntomas que puede ocasionar?
Fatiga crónica, irritabilidad y disminución en el rendimiento profesional. Sus repercusiones también suelen afectar la vida familiar y afectiva.
El primer indicio es el agotamiento emocional –entendido como la falta de energía para encarar el trato con los demás. En muchos casos emerge la hostilidad, pero tan solo se trata de un mecanismo defensivo. Además, las autoevaluaciones negativas toman la forma de frustraciones. En cualquiera de estos casos, pedir ayuda es tan aconsejable como tomar conciencia de lo que sentís y ser consecuente con tu deseo de cambiar el dial. Resulta sencillo decirlo, pero ponerlo en práctica requiere de un pasito nada complicado: despejar tu mente. Si en los últimos tiempos has desarrollado una increíble fuerza de voluntad para responder a las demandas de tu jefe, colegas y clientes, es importante que evites caer en la exigencia extrema. ¿La clave? No permitir que las tensiones tomen el control de tu vida.
De hecho, el “Síndrome de quemarse por el trabajo” provoca cansancio, hostilidad, estrés y sensación de que las demandas del mundo exterior se vuelven más intensas.
¿Cuáles son las mejores formas de dar con una solución?
Desenchufarse: Tomate unos minutos para dar un paseo y ¡apagá tu teléfono!
Practicar actividad física en forma regular: datos de la OMS indican que estar en movimiento durante 30 minutos diarios es suficiente para mejorar tu calidad de vida. No es preciso que vayas al gym, pero sí que camines.
Caer en los brazos de Morfeo: tu descanso nocturno debe ser sagrado. Alimentar tu parte psíquica es un viaje maravilloso. Además, dormir siempre te rejuvenece.
Naturaleza: hacete una escapada de fin de semana o visitá un parque, respirá aire puro para oxigenar tu cuerpo y mente, pero sobre todo ENJOY THE SILENCE.
Ana Kerman - Antropóloga - Content Producer & Community Manager